Madrid, 24-04-12.- El Bayern Múnich se clasificó para disputar final de la Liga de
Campeones de la UEFA al imponerse 3-1 en la tanda de penales al
Real Madrid, que forzó la definción al imponerse por 21- en el partido de
vuelta por las semifinales del torneo. Ese mismo había sido el resultado del
encuentro de ida.
Los bávaros jugarán el próximo 19 de mayo el partido decisivo
en su propio estadio de Múnich ante el Chelsea inglés, que dejó en el camino al
también español Barcelona como visitante al empatar 2-2 (2-1 a la idea). Esta
será la tercera vez que un equipo defina el torneo en su propio feudo, pero la
primera desde que el Inter lo hizo en 1965. El primero en logar algo así fue
justamente el Real Madrid en 1957.
Bastian Schweisteiger marcó el tercer gol en los penales, que
daba el pase a la final, después que también anotaran David Alaba y Mario
Gómez, mientras que por el Real Madrid sólo marcó Xabi Alonso. Manuel Neuer
atajó los remates de Cristiano
Ronaldo y Kaká, mientras que Sergio Ramos envió el suyo por
encima del horizontal.
Cristiano había abierto el marcador de tiro penal (6), antes
de hacer el 2-0 al aprovechar un pase de Mesut Özil (14), aunque poco después
el holandés Arjen Robben equilibró
al transformar otra pena máxima (27).
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El Real Madrid comenzó presionando muy arriba buscando la recuperación del balón y el contraataque rápido, mientras que el Bayern se mostraba más amigo de subir la pelota controlada, sin ponerse nervioso por haber empezado por detrás en el marcador.
Cristiano
Ronaldo abrió la cuenta goleadora del encuentro en el minuto 6
al transformar el penal con el que el árbitro sancionó una mano de David Alaba
dentro del área, cortando un disparo del argentino Angel Di María.
El gol no sirvió para asustar a los bávaros que respondieron
al minuto siguiente con una subida del propio Alaba por la banda izquierda
hasta casi llegar a la línea de fondo para dejar un pase al centro del área,
donde Arjen Robben,
prácticamente con la portería para él solo envió el balón a las nubes.
El holandés fue una de las estrellas ofensivas de su equipo
con sus subidas por la banda para disparar o centrar buscando a Mario Gómez, la
referencia de los alemanes en ataque.
Gómez se distinguió fijando a la defensa de los blancos, lo
que permitía una mayor libertad a Robben, mucho más activo que el francés
Franck Ribéry, el otro puntal ofensivo de los bávaros.
Vértido y emoción
La velocidad fue característica en los dos equipos en un partido, en que ambos se mostraron en ocasiones muy nerviosos con jugadas de ida y vuelta, sabedores de que se jugaban el pase a la final de un torneo que el Real Madrid ganó por última vez en 2002 y los alemanes en 2001.
Los blancos se fueron aún más en el marcador al cuarto de
hora, cuando Mesut Özil recuperó un balón en la frontal del área del Bayern
para pasárselo a Cristiano, que llegaba de cara para soltar un tiro que
significó su segundo gol de la noche (minuto 15) y el décimo de su cuenta
particular en la actual Liga de Campeones.
El 2-0 allanaba el camino de los blancos hacia la final de
Múnich, pero en una nueva internada de los alemanes, Pepe derribó a Mario Gómez
dentro del área, lo que fue sancionado con un penal que transformó Robben,
ajustando el balón junto al palo derecho de Iker Casillas (27).
El gol, que ponía el empate en el global de la eliminatoria,
dio alas a los bávaros que siguieron tocando y acabaron empujando al Real
Madrid, que se fue metiendo atrás, pasando apuros en los últimos compases de la
primera parte, que terminó con un saque de falta que ejecutó Robben desde el la
medialuna del área madridista que detuvo bien Casillas.
Intensions y tensiones
A la vuelta del descanso, el Bayern salió con mucha más intensidad, mientras el Real Madrid bajó el ritmo para buscar la subida controlada del balón, tratando de desalojar al rival, que adelantó sus líneas, del centro del campo, aunque los dos equipos se frenaron un poco, tal vez, buscando economizar fuerzas para la prórroga que se iba perfilando.
Robben, que también se distinguió en defensa anulando a
Marcelo, volvió a poner el susto en el cuerpo a un estadio Santiago Bernabéu
abarrotado con una escapada que logró estorbar Pepe lo suficiente para
impedirle disparar cuando se iba a quedar sólo ante Casillas (65).
El técnico del Real Madrid, el luso José Mourinho, buscó
entonces dar más libertad a Özil haciendo entrar a Kaká por Di María (75), pero
en los últimos minutos los dos equipos se mostraron muy cautos contando con que
llegaba la prórroga.
El Real Madrid dominó en la prolongación, haciendo recular al
Bayern, que pareció renunciar al juego para buscar los contragolpes, aunque en
los dos equipos se notó el desgaste del encuentro sin lograr definiir en los
últimios metros, por lo que acabaron yendo a los penales que dieron la victoria
y el pase a la final al Bayern.







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